Alberto Chang Rajii, el fundador y dueño de Grupo Arcano, casi no llamaba por teléfono a sus ejecutivos de confianza mientras estaba en el extranjero. Chang solía comunicarse por correo electrónico. Esa, dice uno de esos ejecutivos, era su forma más común de operar. Y en los días previos a que se hiciera pública la investigación que el Ministerio Público lleva adelante en su contra, Chang eligió nuevamente esa vía para comunicarse con ellos, dando las primeras señales de la fragilidad del castillo de naipes que parece ser el Grupo Arcano.
Chang protagonizó un frenético intercambio de mails con sus ejecutivos, al cual tuvo acceso La Tercera, que comenzó el martes 29 de marzo, a las 12.54 horas, día en que dos de sus cercanos le escribieron para alertarle sobre un reportaje que preparaba el Miami News Times sobre su cuestionado modelo de negocios. “Alberto, antes que el diario en Miami publique, podemos conversar cómo atacar esto”, dice el mail que le envió uno de esos ejecutivos. En su respuesta, Chang no hace referencia al reportaje, pero sí a la situación por la que atravesaba la empresa y sus cuentas bancarias. Esa fue la primera vez que su entorno supo que Grupo Arcano no era realmente lo que pensaban.
“Estamos en una situación bastante terminal, ya que acabo de colgar con Suiza y me acabo de enterar por una fuente interna que la razón por la cual UBS no libera los fondos es porque están investigando nuestras cuentas y la procedencia del dinero (...). Entretanto, he destinado otras transferencias de Chase a Onix, pero no creo que lleguen en el tiempo y forma en que la gente está pidiendo su dinero”, dice en su respuesta. “Hagan los arreglos respectivos. Cuentan con mi apoyo dentro y fuera de la empresa, la vida debe seguir para todos”, agrega.
Ese mismo día, a las 13.35 horas, Chang vuelve a escribir y profundiza sus temores. “Las cuentas están congeladas en UBS y ya me llamaron de compliance de Chase por lo que espero lo mismo. Les aconsejo salir hasta que las cosas se calmen. Esto se viene mucho más fuerte”, dice en su correo. Uno de sus ejecutivos respondió manifestándole que “si entramos en un default en Chile por no poder traer los fondos, las cosas se van a ver muy feas y dudo del bienestar de mi familia (...). Debemos informar a los inversionistas de la situación antes de que suceda y dar a conocer un plan”.
El plan al que hizo referencia el ejecutivo consistía, según el correo, en confirmar que Arcano contaba con fondos, pero congelados, estructurar el envío de esos dineros y dar un plazo para hacerlo. “Dime qué opinas para trabajarlo”, le dijo a Chang. Pero el empresario no respondió hasta el día siguiente, el miércoles 30 de marzo. “Vamos a liquidar los activos de Highlander (inmobiliaria que invierte en edificios de Ingeval) para hacer caja inmediata”, propuso. A esas alturas, sin embargo, las confianzas ya comenzaban a resquebrajarse y dos de sus ejecutivos, David Senerman y Paulo Brignardello, tomaron vuelo a Londres, Inglaterra, para conversar, le dijeron, en persona.
“Cierre de operaciones”
Ambos llegaron a Londres a las 15 horas del jueves 31 de marzo. Pero Chang, según les dijo, esa misma tarde volaba a Suiza a “un almuerzo con mi abogado/custodio”. Les prometió verlos en Londres el viernes en la noche o el sábado en la mañana. Sin embargo, la paciencia de Senerman y Brignardello se agotaba y ese mismo jueves tomaron otro vuelo y aterrizaron en Suiza.
“Dime dónde nos juntamos para comer juntos”, le dijo uno de ellos en un correo, ya en Suiza. La respuesta no llegó hasta el día siguiente, el viernes 1 de abril. Chang puso en el asunto de ese mail “cierre de operaciones” y en el contenido les soltó la bomba: todos debían renunciar. “Lamentablemente, los peores momentos están por delante, ya que la próxima semana enfrentamos compromisos que no vamos a poder cumplir a tiempo”, escribió Chang en un correo que copió a varios ejecutivos. En él también les advertía que el Banco de Chile cerraría sus cuentas en el país. “Dado este escenario y las consecuencias que pueda traer, es mi recomendación que hoy presenten su renuncia formal a la empresa para minimizar cualquier responsabilidad civil”, les sugirió. “Personalmente, he decidido quedarme en Europa supervisando la liberación de fondos. (...) Gracias por su comprensión”, agregó.
Tras ese correo, el intercambio se intensificó. “Estamos para poder ayudar a elaborar el plan de acción dada esta situación. ¿Serías tan amable de indicarnos dónde te encuentras, con el fin de poder trabajar dicho plan?”, le escribió Brignardello, quien aún estaba en Europa tratando de ubicarlo. “He puesto en marcha el plan C”, respondió Chang, informando que había transferido a la cuenta de Grupo Arcano US$ 20 mil “como fondo de maniobra para abril”, y detallando una serie de activos a liquidar. Ambos ejecutivos insistieron en reunirse. Ya estaban en las puertas del banco UBS, en Suiza, esperándolo.
“Entré ayer a ER (sala de urgencias) con un ataque de pemphigus y me infiltraron corticoides (...). Liquiden los activos en USA, UK. En UBS no van a obtener nada”, les escribió Chang. “¡Vamos a hacer todo!”, respondió uno de ellos. Ese día, sin embargo, y en paralelo a una serie de correos en los que discuten cómo liquidar los activos, Senerman y Brignardello tomaron otro vuelo a Malta y lo buscaron en dos clínicas y su departamento. No lo encontraron.
“Fuimos a Londres y a Zurich a reunirnos contigo. Como no resultó nos fuimos a Malta pensando lo peor. Estamos exhaustos y atentos”, le escribió uno de ellos, el sábado 2 de abril, poco antes de volver a Chile. Chang no respondió, pero el domingo sí lo hizo y aseguró recursos que duraron hasta el miércoles 6 de abril. En esos días, Chang y sus ejecutivos intercambiaron decenas de correos. En ellos dan cuenta de contactos con abogados y asesores comunicacionales y diversas fórmulas para traer dinero a Chile.
“Podemos hablar en el conference room. Necesito un update de la estrategia”, escribió Chang a sus ejecutivos el martes 5 de abril. Minutos más tarde, esa comunicación se materializaría y ese mismo día, a las 22.54 horas, un correo de Brignardello daría respuesta a una de las inquietudes de Chang. “Hemos hablado con los abogados y nos dijeron que es inviable salir a captar (dinero), porque se arma la perfecta figura de pirámide”, le dijo al empresario.
Durante todo ese martes y parte del miércoles 6 siguieron los intercambios. Eso, hasta que Chang volvió a sorprenderlos en un correo que sus cercanos siguen atribuyéndole a él, pese a que lo ha negado.
A las 17.32 horas, 10 ejecutivos de su confianza y su madre y socia, Verónica Rajii, recibieron un mail de la misma dirección de Gmail desde donde Chang les había escrito antes. En ese correo, el empresario anunció que se retiraba de “mi trabajo, mi empresa y mi vida”, debido a que su “último plan, arreglar todo desde el extranjero, falló”. Horas más tarde, la plana mayor de Grupo Arcano renunciaba a sus cargos en el holding financiero y se ponía a disposición del Ministerio Público. Al día siguiente, Arcano dejó de pagar intereses a sus inversionistas y Chang ya no dio señales. El empresario reapareció el domingo 10, acusando el hackeo de su correo y prometiendo a sus cerca de 800 inversionistas que volvería con recursos. Parte de los ejecutivos que trabajaron con él, sin embargo, hoy dudan que eso ocurra.