“Voy a cumplir con todos como siempre lo he hecho y para eso he tomado representación legal y he entregado poderes de representación, ya que la mayor parte de nuestro patrimonio está fuera de Chile y yo me voy a encargar de traerlo personalmente para saldar nuestros compromisos con todos”.
Con esas palabras, Alberto Chang-Rajii, el presidente del Grupo Arcano, respondió ayer a La Tercera sobre los cuestionamientos que enfrenta el grupo financiero que fundó y dirigió.
Chang estaba siendo indagado desde octubre de 2015 por la Fiscalía de Las Condes, tras una denuncia anónima sobre el modelo de negocio implementado por Grupo Arcano, empresa que ofrecía rentabilidades de hasta 1,6% al mes, casi 20% anual, a través de un portafolio de inversiones de capital privado y de riesgo.
Sin especificar cuál es su paradero actualmente, a través de un correo electrónico y conversaciones sostenidas vía WhatsApp, Chang aclara que la forma en que traerá los fondos al país es parte de una “conversación” que ha tenido con la Fiscalía.
El empresario defendió el esquema en que operaba su compañía. “Todos estamos siendo auditados como corresponde y, posteriormente a eso, se verá que nuestro negocio está avalado por sólidas inversiones, y que esto no es un esquema piramidal de ningún tipo. Y procederemos a pagar a todas las personas con las que tengamos algún compromiso, como siempre lo hemos hecho”, asegura.
Persecución
Chang también se refirió a la la renunciada plana mayor de su compañía. El 1 de abril lo hizo Jorge Hurtado, sindicado como gerente general del grupo, y el día 7 fue el turno de David Senerman, Paulo Brignardello y Nicole Soumastre, quienes dijeron desconocer “las decisiones que Alberto Chang tomó respecto de esas inversiones, como también tenemos fundadas dudas sobre el monto y veracidad de su patrimonio”.
Chang responde. “Desde el viernes que no tengo contacto con mis ejecutivos, varios de ellos renunciaron por el estrés de la persecución de la prensa y las entidades fiscalizadoras”.
El fiscal Carlos Gajardo, a cargo de la investigación, tras allanar las oficinas de la firma en la comuna de Las Condes, ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias nacionales del Grupo Arcano y aseveró que los clientes sumaban unos 800, los que habrían confiado a la empresa entre US$ 80 millones y US$ 100 millones en inversiones.
Chang también acusa que los reportajes publicados por El Mercurio y Diario Financiero a fines de marzo dañaron su imagen sin darle espacio para defenderse.
“Mi vida, la de mi familia, la de mis amigos, mis empleados y todas las empresas en las que hoy invierto, cambió después de los reportajes de Semana Santa y el trato unilateral de la prensa, reportajes que fueron realizados en mi ausencia y sin mi testimonio. Ha tenido un efecto mediático muy dañino en mi persona y en todas las organizaciones en las que participo”, asevera.
Hoy, dice Chang, “estoy concentrado en defender mi empresa y mi familia de ataques legales”, pero sobre todo -continúa-, “buscando cumplir con los socios e inversionistas que se han visto afectados y que nos han cerrado y congelado cuentas por sola presunción”.
“A pesar de nuestro sólido patrimonio en Chile y en el extranjero, nos han forzado a caer con denuncias anónimas, prensa tendenciosa y generando pánico que al final solo afecta a las personas para las cuales trabajamos día a día… ¿Quién gana cuando todos pierden?”, dice Chang vía correo.
Nuevos correos
Consultado sobre la carta conocida la semana pasada en que anunciaba el retiro “de mi trabajo, mi empresa y mi vida”, respondió que su correo electrónico ha sido hackeado y que por eso prefiere comunicarse por WhatsApp.
Según fuentes cercanas a la investigación, el fiscal Gajardo tendría en su poder un correo electrónico que el propio Chang habría enviado este fin de semana a sus asistentes en Londres, Sidney y Santiago, pidiendo liquidar su empresa de innovación solar en Australia, FST, así como su participación en CQCL, firma tecnológica con sede en Inglaterra. El objetivo, según ese mail, era “pagar deudas de la oficina”.
Chang, sin embargo, descarta absolutamente la veracidad de esa información, así como la existencia de dicho correo. “No es cierto, mi empresa en Australia sigue funcionando, acabo de invertir más dinero en ella esta semana”, enfatiza.